domingo, 29 de abril de 2018

LA BATALLA DE LAS TERMÓPILAS

LA BATALLA DE LAS TERMÓPILAS



      Hoy, en nuestros paseos por la historia, conoceremos una de las grandes gestas militares del mundo antiguo. Me refiero a la batalla de las Termópilas. Nos encontramos en el año 481 A.C. Las ciudades-estado griegas se veían amenazadas por un descomunal ejército procedente del imperio persa y dirigido por su poderoso rey, Jerjes I. Ante la inminente invasión, las ciudades-estado deciden mandar un contingente de soldados elegidos entre los más valerosos, disciplinados, honorables y leales. Entre ellos destacan los soldados espartanos al mando de su rey Leónidas I, un rey a quien le habían encomendado retener el mayor tiempo posible al numeroso e inmenso ejército persa. Leónidas contaba con ocho mil hombres, de entre ellos trescientos espartanos de su máxima confianza. A cambio de que las ciudades-estado griegas pudieran reagruparse y hacer frente al inmenso ejército persa, Leónidas y sus valerosos soldados tendrían que sacrificar sus propias vidas.

     El gran rey espartano buscó el mejor lugar para dar batalla al colosal ejército persa y lo encontró en el desfiladero de las Termópilas. Posicionó en falanges a todos sus hombres, bloqueando el estrecho lugar por donde debían pasar los soldados persas. Resistió las embestidas del ejército persa que, en varias y numerosas oleadas, dirigía Jerjes contra ellos.

     La desgracia cayó sobre Leónidas y sus valientes soldados. Un traidor desveló, a cambio de una fortuna en oro, la forma de atravesar las imponentes montañas por otro lugar y así poder rodear a Leónidas y sus hombres. Jerjes I consiguió situar su ejército a ambos flancos, pero el rey Leónidas no se amilanó y mantuvo su resistencia hasta el último de sus hombres. Tal era la valentía y decisión con la que luchaban los espartanos que Jerjes I decidió evitar que siguiera creciendo el número de bajas entre sus hombres. Recurrió así a una forma poco honorable de ganar esa batalla, dada la diferencia que había de soldados en ambos bandos. Utilizó a sus temibles arqueros, pues en la lucha cuerpo a cuerpo los espartanos parecían casi invencibles. Miles de flechas llovieron sobre los espartanos hasta que ninguno quedó en pie. Si bien Leónidas fue derrotado y los espartanos que lideraba murieron hasta el último hombre, su valor, disciplina y espíritu de lucha en pos de la libertad de los pueblos griegos supuso una victoria psicológica que unió y dio esperanza al ejército griego. Un ejército que, posteriormente, saldaría cuentas derrotando a Jerjes I y su imponente ejército en la batalla de Salamina.
      
     En el siguiente paseo por la historia, conoceremos a uno de los más grandes filósofos y pensadores de la historia de la humanidad, Sócrates

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