PASEOS POR LA HISTORIA
TARTESSOS
El Dorado de la Antigüedad
Le llamaban "el Dorado de la Antigüedad", uno de los últimos enigmas por encontrar. Nos referimos a Tartessos, el primer gran reino que hubo en la península ibérica, en opinión de algunos historiadores.
Los griegos conocieron y escribieron sobre Tartessos. Los encontramos en el sur de la península ibérica, aproximadamente en el año 1.200 A.C., hace ya más de treinta y dos siglos. Adolf Schulten, un arqueólogo, historiador y filólogo alemán, célebre por sus investigaciones sobre Tartessos en España, creía que los Tartessos procedían de pueblos etruscos y cretenses. Otros investigadores creen que procedían de habitantes del norte de África o incluso griegos expulsados de su tierra. Yo prefiero creer que eran habitantes autóctonos de la península.
En aquella época, la península ibérica era rica en minas de oro, plata y otros metales preciosos. ¿Lo podéis imaginar? Un mar de encinas sobre imponentes montañas y fértiles campiñas regadas por caudalosos ríos como el Guadalquivir.
Los Tartessos mantenían un intenso comercio con griegos y fenicios a través del mar Mediterráneo, la gran vía de comunicación de esa época antigua. En el año 1.100 A.C., los fenicios fundaron Cádiz con el objeto de potenciar sus relaciones comerciales.
Actualmente se sigue buscando la ciudad donde se encontraban asentados los Tartessos. Lo que sí se ha encontrado son diferentes asentamientos con restos arqueológicos, pero en ningún caso la gran ciudad a la que se referían los antiguos griegos. Hecateo de Mileto, Éforo de Cime, Herodoto (el padre de a historia), e incluso el gran filósofo Platón, todos ellos escribieron sobre este enigmático reino.
Casi todos los investigadores están convencidos que Tartessos, de existir, se encontraría en la desembocadura del Guadalquivir. Más en concreto en el coto de Doñana entre Huelva y Cádiz.
Pudo ser el propio comercio el que acabó con Tartessos. La rivalidad entre griegos y fenicios y una especial amistad con los griegos provocó la guerra con los fenicios. Adolf Schulten creía que la desaparición del reino Tartessos fue provocada por una terrible guerra hacia el año 500 A.C., con los fenicios o sus herederos los cartagineses.
Tras la muerte de Adolf Schulten en 1960 se han encontrado restos arqueológicos y tesoros procedentes de Tartessos y seguramente queden muchos más por encontrar. Un ejemplo es el tesoro hallado en el cortijo de Évora con noventa y tres piezas de oro, plata y piedras preciosas o la colección de piezas tartésicas Cabello Mohedano expuesta en el museo arqueológico municipal de Cabra (Córdoba). El profesor D. Francisco Cabello, amigo de mi padre, siempre que hemos coincidido con él me ha hecho soñar con aquel mundo antiguo por medio de alguna de sus apasionantes historias.
Me encuentro sentado a la orilla del río Guadalquivir, rodeado de árboles centenarios, quizás alguno testigo mudo de aquella civilización. Me incorporo y recorro los paisajes que me rodean y, en un ejercicio de imaginación, trato de ver a aquellos antiguos moradores de la península ibérica y siguiendo sus pasos poder encontrar alguno de sus magníficos tesoros.
El siguiente paseo por la historia lo haremos a través de una obra maestra literaria, la Ilíada de Homero y dos de sus personajes: Aquiles y Héctor, dos guerreros que se enfrentaron...