CARTAGINESES

CARTAGINESES

     Hoy, en nuestro paseo por la historia, conoceremos a los cartagineses, grandes navegantes dedicados fundamentalmente al comercio. Provenían de los fenicios que, en el año 814 A.C., habían fundado la colonia de Cartago, cerca de la actual Túnez. Desde dicha colonia, la cual se convertiría en una ciudad marítima imponente, entre los siglos VI A.C. y III A.C, los cartagineses se fueron apoderando de los territorios fenicios del Mediterráneo Occidental. Incluso ampliaron dichos territorios, expandiéndose por la Península Ibérica, Baleares, Cerdeña, Córcega y parte de Sicilia.

     En esta época, el mar Mediterráneo era la gran vía de comunicación donde se desarrollaba el comercio. Al principio compartían el dominio de esta zona comercial cartagineses y romanos, todo ello gracias a tratados y acuerdos. El ansia de poder y de querer acaparar todo el comercio les llevó a no respetar sus acuerdos, surgiendo así una serie de terribles y desastrosas guerras, que acabarían con la desaparición del pueblo cartaginés. La Primera Guerra Púnica comenzó en el año 264 A.C., finalizando después en el 241 A.C., con la primera gran derrota de los cartagineses. Dicha derrota supuso la pérdida de su influencia en el Mediterráneo y el pago de insoportables impuestos a los romanos que, por el contrario y a raíz de esta victoria, comenzaron una gran expansión territorial. 

     Los altos impuestos junto con la pérdida de importantes dominios territoriales en el Mediterráneo, les fue empobreciendo, hasta el punto que se vieron en la necesidad de buscar nuevas vías comerciales. Con este propósito, la ciudad de Cartago encomendó a la poderosa familia de los Bárcidas, (Amílcar Barca, Asdrúbal Barca y Aníbal Barca) entre los años 238 A.C. y 201 A.C., conquistar el sur y el levante peninsular. Así consiguieron nuevos recursos, especialmente metales preciosos extraídos, con el trabajo de la población autóctona, de las famosas minas del sur de la Península Ibérica.

     Amílcar Barca, liderando un imponente ejército, entró en la Península Ibérica por Gadir (Cádiz). Se expandió por el sur y por el levante hasta su muerte, sucediéndole al mando de las tropas Asdrúbal Barca, quien siguió conquistando territorios y fundando ciudades tan importantes como Qart Hadasht. Posteriormente, los romanos, tras la conquista de esta ciudad, la llamarían Cartago Nova. Una ciudad con un puerto natural privilegiado, rodeada de salinas y minas de metales preciosos. Asdrúbal llegó a importantes acuerdos con los romanos, repartiéndose la península y reconociendo el dominio cartaginés por el sur y el levante hasta el río Ebro. A la muerte de Asdrúbal le sucedió Aníbal Barca, que mediante el poder de las armas sometió a los pueblos rebeldes bajo su dominio. 

     Entre estos pueblos, Aníbal encontró un obstáculo en los belicosos turdetanos, que resistieron a los ejércitos de Aníbal tras las murallas de la ciudad  de Sagunto, aliada de los romanos. Este hecho supone la llegada de las legiones romanas, tras su desembarco en Emporión (Ampurias) para auxiliar a los turdetanos. Así comienza en el año 218 A.C. la Segunda Guerra Púnica, que finalizó en el año 201 A.C. con la victoria de los romanos. Esto supuso que los cartagineses se retiraran de la Península Ibérica, comenzando el dominio del poder romano. Será con la Tercera Guerra Púnica, iniciada en el año 149 A.C., viendo su fin en el año 146 A.C., cuando culminaría definitivamente la derrota de los cartagineses y la destrucción total de Cartago.

     El siguiente paseo por la historia conoceremos al gran estratega que pasó a la Historia como uno de los grandes jefes militares, nos referimos a Aníbal Barca...