miércoles, 29 de agosto de 2018

NADIE QUIERE JUGAR CONMIGO

NADIE QUIERE JUGAR CONMIGO


Érase una vez un castor que se llamaba Pocosmimos , que casi nunca querían jugar con él.

Un día se propuso hacer una fiesta. Así que cuando se levantó por la mañana hizo una tarta de arándanos con leche y además unas bellotas del bosque.

Cogió un palo con miel y unas hojas, e hizo las invitaciones a los gatos. Preparó las luces en una isla, en medio del río. Cuando llegaron los gatos y vieron que estaba la fiesta en medio del río, se fueron. 

Pocosmimos se puso a llorar. Al rato, cuando paro de llorar, se le ocurrió hacer otra fiesta. Cogió las luces de la otra fiesta y preparó otra en un bosque. Cogió una rama e hizo la invitaciones a los pájaros. Pero cuando llegaron no encontraron la fiesta de Pocosmimos. Entonces se fueron, y el castor se puso a llorar. Cuando iba a su casa se encontró a sus amigos en una fiesta dándole la bienvenida a Pocosmimos, comieron tarta, jugaron, hicieron de todo, pero lo mejor de todo era que ya
jugaban con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.