SALOMÓN
El rey sabio
Hoy conoceremos al rey Salomón, hijo del rey David. Salomón heredó un imperio que hacía frontera con Egipto y Mesopotamia. Su reinado duró aproximadamente cuatro décadas, desde el año 968 hasta el año 928 A.C. Reinó con sabiduría y rodeado de extraordinarias riquezas. Salomón fue un monarca ecuánime, reflexivo, sensato, generoso, sagaz y muy inteligente. Con estas virtudes supo regir los destinos de las doce tribus judías.
Durante su reinado llevó a cabo el sueño de su padre, construyó un templo majestuoso en el monte Moriah, donde poder adorar al dios Yhaveh. El templo estaba situado dentro de un colosal recinto palaciego con inmensas y elevadas columnas, que surgían de un suelo de mármol blanco donde se reflejaba una luz clara y mágica que entraba por vidrieras multicolores. Todo ello adornado con objetos preciosos, muebles de madera labrada con relieves hermosísimos, cortinas de seda traídas de países lejanos. En fin, un lugar mágico y esplendoroso que dejaba a esos antiguos habitantes sumidos en la admiración y en el asombro.
En aquel templo sagrado se guardaban las más importantes reliquias de los judíos, entre ellas el Arca de la Alianza, donde se contenían las tablas de Moisés; el mar de bronce, donde decían que Salomón podía ver el futuro y la enigmática mesa de Salomón, donde se guardaba el verdadero nombre de Yhaveh. Salomón también mejoró los sistemas defensivos de sus ciudades, creó un ejército profesional, desarrolló todo un sistema de cultivos y fundó una eficaz administración.
En el terreno sentimental, se enamoró de la famosa y enigmática reina de Saba, Makeda. Tuvo un hijo con ella, Manelik, quien años después, fundaría un nuevo reino, comenzando así una poderosa dinastía.
Para finalizar, os contaré un suceso protagonizado por el rey Salomón, donde mostró su gran sabiduría. Imaginaros al rey Salomón sentado en su imponente trono, impartiendo justicia. Aquel día, dos mujeres le expusieron una enconada disputa. Ambas decían ser la madre de un niño pequeño. Ambas daban argumentos fiables y mostraban igual cariño por el niño. Salomón estaba ante una difícil tarea ¿cuál de las dos mujeres sería su verdadera madre? Las dos parecían serlo. Salomón cogió una espada en una mano y en la otra agarró al niño por una pierna. Se levantó con decisión, y lo alzó en el aire diciendo: "Como parecéis ser las dos su madre, lo más justo es que os llevéis la mitad cada una". Ante esto, Salomón, que era muy observador, vio cómo su verdadera madre lloraba horrorizada y suplicaba al sabio rey que no lo hiciera y que le diera el niño a la otra mujer, la cual no mostraba ningún inconveniente en aceptar la muerte y partición del niño. Así, el sabio Salomón descubrió quién era la verdadera madre del pequeño, entregándoselo. En cambio, a la otra mujer, la expulsó y la castigó.
Tras la muerte del rey Salomón las doce tribus se dividieron, surgiendo así dos estados: El reino de Judá y el reino de Israel.
En el siguiente paseo por la historia conoceremos a la reina de Saba, Makeda, de la que ya sabéis que tuvo un hijo con el rey Salomón...
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