domingo, 18 de febrero de 2018

LA VIDA DEPENDE DE UNA SOGA

Érase una vez un día triste en el bosque. Iba caminando por unos árboles tenebrosos. De repente, una  rata se cruzó y yo me caí a un río. Fui hasta unas piedras nadando. Haa una mujer con una cara de miedo. También tenía cara de tristeza y un vestido rosa muy apagado. A mí y a ella nos llevó la corriente. El río llegaba a unas alcantarillas. Todo era muy raro. Teníamos miedo. Había criaturas malvadas. Al cabo de una hora, la mujer vio un zafiro rojo en una cruz.

De repente salió una serpiente. Era más bien el rey y su vida depende de una soga. La serpiente la mordió. En ese monmeto se le puso la cara de susto, pero se calló y se murió porque se dio un golpe muy fuerte en la cabeza y yo tuve que seguir solo.

Espero que os haya gustado

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